Revista Sep - Oct 2017

19. wobi.com/magazine A pesar de sus nuevos triunfos y la valentía de superar críticas y fracasos a tan corta edad, no solo la opinión de sus maestros sería un inconveniente en su niñez, sino también el bullying que padecía. Durante su adolescen- cia, sus propios compañeros se bur- laban del tamaño de sus orejas y de sus largos brazos. Sin embargo, esas mismas extremidades lo ayudarían a convertirse en un multicampeón, y el camino marcado por su entrenador sería de gran importancia. CAMINOAL ÉXITO El técnico Bow Bowman llegó a la vida de Michael Phelps cuando este tenía once años, y pronto advirtió sus cualidades innatas para la natación. Su apoyo no solo lo haría crecer en el plano deportivo, sino que también lo ayudaría a ganar confianza. Michael apenas mantenía contacto con su padre biológico desde que se había separado de su madre, así que el entrenador, además, se convertiría en una figura paternal que lo acompa- ñaría durante ascensos y caídas a lo largo de toda su carrera. Si bien cada etapa superada era un festejo, los importantes triunfos deportivos no tardarían en llegar. Corría el año 2000 y, con solo 15 años, el joven participó de sus primeros Juegos Olímpicos en Sydney, donde obtuvo un meritorio diploma por ubicarse en el quinto lugar de los 200 metros mariposa. Al año siguien- te ganó su primera medalla de oro en los 200 metros mariposa en el Mundial de Fukuoka (Japón), prue- ba donde además logró un nuevo récord del mundo, convirtiéndose en el plusmarquista más joven de la his- toria. En 2002, durante los Pan Pacific Games, ganó cuatro medallas de oro de forma individual y una de plata en los relevos 4 x 200 metros libres. En el 2003, batió ocho récords mundiales y, ese mismo año, durante el Mundial de Barcelona, ganó tres medallas de

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