Revista Sep - Oct 2017

36. septiembre - octubre 2017 EMPRENDEDORES inversionistas. Hacía seis años que ninguna empresa en YCombinator había logrado ese interés, y mucho menos una empresa Latinoamerica- na” cuenta Simón. El día de la elección, los colombia- nos flotaban como en un sueño. Se sentían estrellas de rock y salieron de la presentación con una fila de colegas detrás suyo, que no para- ban de felicitarlos. Al final, Rappi cerró una inversión con Andreessen Horowitz, uno de los tres fondos más importantes del mundo de Tech, que realizaba su primera inversión en Latinoamérica, lo que podría llegar a abrir nuevas puertas a muchas compañías más del sector. Luego de conseguir la inversión, todo comenzó a acelerarse en Rappi, y a crecer. Hace 21 meses, la empresa era conformada por cuatro empleados; ahora la cifra asciende a 800 em- pleados, con un poco más de 5.000 Rappitenderos que, cada 3 segundos, entregan un pedido, incluso en hora pico. El resultado confirma que la sociedad también los eligió. Modelo de negocio “¿Como hacen ustedes para ganar dinero, porque lo único que hacen es promociones y promociones?” le preguntaron más de una vez a Simón Borrero. Lo cierto es que el modelo de Rappi es bastante sencillo; por ejem- plo, en los restaurantes los clientes compran una hamburguesa que vale 20 mil pesos colombianos y pagan un domicilio a 2 mil o 3.500 pesos. El 100% de ese domicilio, más el impor- te de la propina, va para el Rappiten- dero. ¿Dónde gana Rappi? En una pequeña comisión que el restaurante paga directamente a la compañía. Para el usuario, el sistema es muy práctico porque todo lo que compra en Rappi es al mismo precio; mien- tras que para el Rappitendero tam- bién es bueno porque lo conectan con su futuro cliente. Con respecto a la compra en los supermercados online, las comisiones son más pequeñas; sin embargo, las diferen- tes marcas pagan para posicionarse en las góndolas virtuales de Rappi y así ayudan a subsidiar el modelo, y también subsidian a los usuarios, para que puedan comprar al mismo precio, pero desde su casa. “Nuestra idea es tener un Rappi en cada esquina de cada ciudad de Latinoa- mérica. Estamos en cinco ciudades de Colombia, en tres de México y próxima- mente abriremos Brasil. Pero, además, esperamos ser la inspiración para otros emprendedores de esta generación, que se quiten las barreras que nos ponemos, para construir empresas de tecnología de verdad”, afirma Borrero. En Rappi tienen una política con respecto a las ideas: si no están de acuerdo con una, a pesar de haberla discutido un largo rato, prueban varias y, en base a los resultados, sigue ade- lante la idea que mejor funciona, la otra se desecha y se olvidan de quién fue el que la propuso. Esto les da el dominio de poder probar todas las opciones que quieran hacer. “Es muy emocionante cuando en una reunión, uno no siempre tiene la razón, porque la intuición no siempre es tan buena como uno cree. De la intuición salen ideas pero hay que probarlas y experi- mentar”, afirman. Asimismo, entre todas las innovacio- nes de Rappi, lo que funcionó sin du- das fue el hecho de haber escuchado siempre a sus usuarios. En la semana, dos Focus Group analizan los porme- nores y los avances de la empresa con el fin de enriquecer su trabajo - ya que siempre sale algo nuevo para cam- biar-, confirmarse como emprende-

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