Revista Sep - Oct 2017
45. wobi.com/magazine su receptor, ya que se le podía decir al anuncio los ingredientes que tenía- mos en nuestra casa, y el anuncio res- pondía con una receta que podíamos cocinar. “Lo que lo hace cognitivo es que el anuncio no puede saber todas las combinaciones que va a pedir. No sabe que tiene puerros, curry y pollo. Pero es cognitiva, porque aprende los tipos de cosas que son grandes com- binaciones para juntar. Funciona al darle un resultado útil, y se vuelve más inteligente a medida que aprende” afirma Bitterman. De esta manera, el anuncio no solo se está reinventando todo el tiempo, sino que también aporta valor a quien lo está recibiendo, interactuando. Pero, como todo lo nuevo, no siempre es tan fácil de asimilar. “Las marcas más innovadoras se apoyan mucho en Watson porque lo ven como una oportunidad para explorar las nuevas tecnologías e involucrar al público de manera nueva y revolucionaria, pero no es así con todos los clientes. Hoy hemos llegado a un lugar en el que las tres áreas, digitales, móviles y sociales, son industrias maduras y si piensas en la IA, puede ser consumida por la población total del planeta” afirma Bitterman. Otro de los grandes anuncios de Watson fue la campaña publicitaria del modelo Mirai de Toyota. La marca de coches recurrió a la inteligencia ar- tificial con su agencia Saatchi&Saatchi de Los Ángeles para desarrollar lo que bautizaron como “creatividad programática”. “Cuando empezamos a buscar el tipo de gente que estaría interesada en este coche, nos dimos cuenta de que eran los mismos que estaban interesados en adoptar las nuevas tecnologías”, explica Chris Pierantozzi, director creativo de Saatchi LA. Así, el equipo de las agencias escribió 50 guiones previos basados en la localización, el comportamiento o la ocupación de los usuarios y fueron utilizados para entrenar a Watson en la creación de piezas similares a las que hubiera creado un humano. Las pequeñas piezas publicitarias creadas por la inteligencia artificial de Watson fueron lanzadas a través de Facebook bajo una acción llamada “Thousands of Ways to Say Yes”. Asimismo, la marca siguió innovando, y esta vez directamente implementó Watson Ads en su vehículo híbrido Prius Prime, manteniéndose a la van- guardia tecnológica. Con este sistema de Inteligencia Artificial, sus usuarios pueden tener conversaciones perso- nalizadas con sus marcas y anuncios, escribir o realizar una pregunta en voz alta. Desde preguntas específicas de marcas, comparativas, o cualquier otra pregunta para saber más de un tema en especial. Con ese servicio, el usuario recibe un valor agregado, pero la marca también se beneficia con los datos que recopila a través de estas conversaciones, identificando los intereses de su consumidor y ana- lizando sus experiencias con el fin de mejorar la forma en que se comunica con el cliente. “La Inteligencia Artificial sirve para mejorar la conversación entre el consumidor y la marca. Los consumi- dores ya están acostumbrados a hacer clic en un anuncio para aprender más sobre una marca y también estamos habituados a charlar. Todos tenemos texto y usamos redes sociales, por lo que tenemos un cierto nivel de expectativa de personalización en esas experiencias”, dijo Monica Fogg, líder del producto para los anuncios de Watson. Sobre esta experiencia, Bitterman agrega: “como marketer sé que mi trabajo es disminuir la distancia que existe entre un miembro de la audien- cia, un cliente y una venta. Si puedo encontrar la manera de disminuir esa
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