Membership-marzo-abril-2018

19. wobi.com/magazine ducto anterior tenía. La primera es la capacidad de monitorear. No sabíamos qué ocurría con el producto a medida que pasaba el tiempo, pero ahora sí. Solíamos vender un producto que luego desaparecía. Ahora podemos saber qué sucede luego de la venta. Podemos monitorear la condición del producto y el desempeño. Tam- bién podemos monitorear qué hay alrededor del producto. Por ejemplo, los marcapasos están conectados y también son inteligentes, hay mucha tecnología dentro de ese objeto mecá- nico. El doctor no solo puede ver cómo funciona el marcapasos en tu cuerpo las 24 horas del día, sino que también puede ver cómo trabajan algunas de las funciones de tu cuerpo, porque está adentro tuyo y tiene sensores que miden ciertos atributos de tu condición fisiológica. Así, tenemos una capacidad mucho mayor para comprender lo que realmente sucede. Otra habilidad es el control. Hoy en día, tenemos mucho más control sobre el producto que en el pasado, cuando solía ser físico. Como ahora hemos introdu- cido un software y tecnología en el pro- ducto, podemos controlarlo de manera remota, y digital. Ahora bien, si podemos monitorear, es más fácil que podamos controlar. Si podemos monitorear y con- trolar, tenemos más posibilidades de lo que se denomina “optimizar”. El molino de viento, por ejemplo, con la tecnología de los productos inteligentes conecta- dos, nos permite modificar el ángulo de cada una de las aspas, reflejando las condiciones del viento a medida que cambian, y también, el efecto sobre el viento y el aire que está siendo genera- do por otros molinos de viento cercanos. Así, podemos optimizar de manera continua el ángulo de las aspas para lograr la mayor cantidad de potencia posible para generar electricidad. Tam- bién podemos predecir qué ocurrirá con un producto. Así que no solo podemos optimizar el desempeño, sino que tam- bién podemos optimizar su durabilidad, podemos asegurarnos de que no haya fallas inesperadas, podemos realizar el mantenimiento en el momento oportu- no, y así sucesivamente. Finalmente, si es posible monitorear, controlar y optimizar, a veces es po- sible automatizar. El producto puede manejarse solo. Todos sabemos que esto es lo que viene. No es muy común en la actualidad, pero se habla mucho sobre autos que se conducen solos, lo que solo sería posible con todas estas otras características. Lograr autos que se conducen solos o cualquier produc- to completamente automatizado, sin ninguna intervención humana, es algo complicado porque el problema es que podrían ocurrir tantas cosas diferentes, y hay que estar preparado. Por ejemplo, si un ser humano conduce un auto y hay una vaca al costado de la ruta, el ser humano va a decir: “¡Ajá! ¡Esa es una vaca!”, y también va a decir:”Parece que esa vaca está caminando un poco…No estoy seguro de lo que puede hacer, así que mejor disminuyo la velocidad, por- que podría subir a la calle”. Automatizar eso sería difícil. ¿Y si fuera un perro?¿Y si fuera una ardilla? Para automatizarlo por completo, es necesario poder anticipar cada una de las situaciones posibles, algo que es muy, muy difícil. Vamos a necesitar mucha intervención humana para que las cosas funcionen, para utilizarlas, para arreglarlas. Es lo que estamos comprendiendo sobre la automatización. Cada vez es más posible, debido a los avances que mencioné, pero no es lo que quere- mos lograr, necesariamente.” z WOBI “Un producto inteligente conectado comienza siendo un producto físico. Como una raqueta de tenis, por ejemplo. Una raqueta de tenis inteligente y conectada tiene en el mango una placa de microprocesador y una serie de sensores que utilizan las cuerdas y el impacto de la pelo- ta en las cuerdas para calcular el tiro. La raqueta puede medir realmente todo a través de los sensores integrados: la velocidad, la fuerza, el ángulo, la rotación; todo sobre cómo estás golpeando esa pelota. Tiene una batería y tiene conexión Bluetooth a un teléfono inteligente. El teléfono inteligente se conecta a Internet. Entonces, esta raqueta de tenis es revolucionariamente diferente a cualquier otra que haya existido antes. Ahora tenemos los datos para medir exactamente cómo estamos jugando, sin necesidad de nuestro entrenador. El producto físico tiene hardware, pero un producto co- nectado inteligente tiene software y sensores que realizan funciones de recopilación de datos y también funciones operativas. El software realmente está ejecutando y contro- lando el producto. Los datos se dirigen a la nube, que es un servidor que funciona en algún lugar para este producto o para la familia de productos como este, donde la informa- ción se almacena. Otra cosa que está en la nube es lo que se llama el gemelo digital (Digital Twin) de ese producto cuya información está allí almacenada, es decir, el gemelo virtual de la raqueta del ejemplo anterior. El modelo de gemelo digital es la plataforma en la que realmente se almacenan los datos; el gemelo da una idea minuciosa de todos los datos que tenemos sobre este producto a lo largo de su vida y sus circunstancias.” Productos inteligentes conectados

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