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7. wobi.com/magazine bre, razón por la cual muchas veces la persona suele quedarse en esa zona de insatisfacción; prefiere lo malo conocido que lo bueno por conocer, porque para ella esto último se llama “incertidumbre”. El viaje de transformación requiere tres elementos. Si falta uno de ellos, no se puede producir. El primero es la inspiración: si hoy descubrimos que hay una posibilidad en nuestra vida que no habíamos considerado y que puede marcar un antes y un después, sentimos el chispazo o fuego de la inspiración. De todos modos esto no es suficiente. Debemos tener el convencimiento de que ello se puede alcanzar; si no estamos convencidos de que eso es posible para nosotros, es imposible que nos comprometa- mos; ante el primer obstáculo nos echaremos para atrás. Edison no se rindió luego de más de mil intentos con la bombilla incandescente porque estaba comprometido, y estaba com- prometido porque estaba convencido de que antes o después encontraría una nueva forma para que funcionara. Pero el convencimiento aún no es suficiente. Necesitamos algo más: la acción como entrenamiento, donde poco a poco vamos mejorando. Un entrenamiento que nos va llevando a avances. En el caso de Edison, sus filamentos cada vez aguantaban más las elevadísimas temperaturas de la corriente eléctrica. ¿Estoy inspirado por una posibilidad? ¿estoy convenci- do de que es accesible para mí? ¿es- toy dispuesto a entrenarme y a valorar esos avances, esos logros? El ser humano piensa más en límites que en posibilidades. Sin embargo, el mundo real es mucho más benevolen- te que el mundo mental. Los límites que genera este último, haciéndonos creer que pertenecen al mundo real son los que verdaderamente evitan